Indignación de los padres con la escuela, solicitan más respuestas y una inspección total.
Intoxicados (archivo)
Padres de alumnos de la Escuela Faustino Sarmiento están solicitando una explicación sobre la falta de clases presenciales para sus hijos. Expresan su frustración porque los directivos no les ha brindado información clara, y los niños están perdiendo días de educación. También piden la intervención del Ministerio de Educación para garantizar que sus hijos tengan acceso a la educación presencial, destacando que las clases virtuales no son equivalentes y están afectando negativamente a los estudiantes.
Intervención del CIF (archivo)
Este mensaje refleja una preocupación legítima por parte de los padres respecto al derecho a la educación de sus hijos.
Las familias de los alumnos denuncian la falta de explicación por parte de las autoridades de la escuela sobre la razón por la cual los niños no están recibiendo clases presenciales. Esto resalta un problema de comunicación entre la institución educativa y los padres, quienes, como partes interesadas directas, deberían estar debidamente informados sobre la situación. La falta de transparencia genera una sensación de frustración y desconfianza en el sistema educativo.
El reclamo central de los padres es la vulneración del derecho de sus hijos a recibir educación de manera presencial. El derecho a la educación está protegido por leyes nacionales e internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño, que establece que tienen derecho a una educación adecuada. Las clases virtuales, si bien pueden ser una alternativa en casos excepcionales, no son percibidas como una solución equitativa.
La educación a distancia puede ser ineficaz, especialmente para niños pequeños, quienes necesitan una mayor interacción con sus docentes y compañeros. La presencialidad favorece el desarrollo no solo académico, sino también social y emocional, lo cual es clave para el bienestar integral de los estudiantes. En contextos donde la tecnología no es accesible para todos, las clases virtuales también pueden aumentar la brecha educativa.